Eugenio Alabiso, Premio Desierto de Tabernas

Viernes 11 de Octubre / 18:00 h. / Saloon de Oasys Mini Hollywood
Entrega del premio ‘Desierto de Tabernas’ a Eugenio Alabiso

Eugenio Alabiso (Roma, 1937) es un renombrado montador de cine italiano cuya carrera ha dejado una huella indeleble en el cine europeo, especialmente en el género del ‘spaghetti western’. Comenzó su carrera en la década de 1960 y rápidamente se destacó por su habilidad para contar historias visuales a través de la edición. Alabiso ha trabajado en una amplia variedad de géneros, pero su contribución al wéstern es particularmente notable, colaborando con legendarios directores como Sergio Leone y Sergio Corbucci. 

El reconocimiento internacional le llegó gracias a la co-edición de ‘La muerte tenía un precio’ (1965) y ‘El bueno, el feo y el malo’ (1966), bajo la dirección de Sergio Leone, y rodadas en buena parte en el Desierto de Tabernas y la provincia de Almería. La edición de Alabiso ayudó a conformar dos películas fundacionales del ‘spaghetti western’, destacando la escena en que el personaje ‘Tuco’ -interpretado por Eli Wallach- recorre el cementerio circular, a modo de circo romano, articulando los movimientos de cámara y la profundidad de campo para obtener un efecto de anamorfosis similar al zoótropo. No obstante, una de las escenas más expresivas en cuanto a la vertebración del tiempo y del espacio es el triello final entre Wallach y los personajes interpretados por Clint Eastwood y Lee Van Cleef, dilatando el tiempo fílmico y rompiendo las reglas canónicas del lenguaje cinematográfico en cuanto a escalas progresivas de encuadre y eje de miradas. 

En paralelo a la obra de Leone, Alabiso trabajó en la co-edición de ‘La muerte cumple condena’ (1966) de Joaquín Romero Marchent, y ‘Un hombre y un colt’ (1967) de Tulio Demicheli, y asumió el montaje completo de ‘Cara a cara’ (1967), de Sergio Sollima, interpretada por Tomás Milian y Gian María Volonté, y ‘Tu cabeza por mil dólares’ (1967), de Giovanni Fago e interpretada por Gianni Garko. Estas cuatro películas también se rodaron en gran parte en el Desierto de Tabernas. En ‘Django’ (1966), dirigida por Sergio Corbucci, su edición contribuyó a la atmósfera cruda y violenta que definió el estilo visual del género. 

A lo largo de su carrera, Alabiso ha influido en generaciones de cineastas y editores, y su trabajo ha sido citado como una inspiración clave por muchos directores contemporáneos. Su habilidad para manejar el suspense, el ritmo y la acción ha sido fundamental en la creación del estilo visual y el ritmo narrativo característicos del ‘spaghetti western’.

Almería Western Film Festival le otorga el Premio Desierto de Tabernas para reconocer su increíble talento y dedicación al arte del cine, y su contribución a la difusión del Desierto de Tabernas como icono cinematográfico. Este desierto, escenario natural de muchas de sus obras, ha sido un lienzo en el que Alabiso ha pintado con su edición, transformando sus paisajes y los rostros de los actores en parte fundamental de la historia del cine.

El montaje, considerado el arte de escribir con el tiempo, es donde Alabiso ha demostrado ser un verdadero maestro. Su pulso es diáfano, provocativo, temperamental y salvaje, pero también reflexivo y pausado. En los wésterns dirigidos por Leone, Corbucci y Sollima, se respira el suspense, se adivina la venganza, y la temperatura se mide a través de la densidad del aire, el sudor en la piel y las miradas desafiantes.

Por todo ello, es un honor otorgar el Premio Desierto de Tabernas de 2024 a Eugenio Alabiso, reconociendo su impacto duradero y su innovadora contribución a la historia del cine.